<< He aquí que yo conduciré al justo a la soledad, allí le daré el mejor alimento y hablaré a su corazón>>, había dicho el Señor por boca del profeta. Y verdaderamente la soledad ha sido siempre la aspiración de los Santos, aun de aquellos que la Providencia ha destinado para vivir en el tumulto de las ocupaciones mundanas, en medio de las agitaciones del siglo.
Estos, cuando han tenido apenas un día disponible, se han refugiado en la soledad, y cuando, aun después de brevísima permanencia han salido de ella, han llevado consigo su perfume y un nostálgico anhelo que ha resonado cual resignado sollozo en sus escritos y en sus palabras.
Y es que en la soledad el alma entra dentro de sí misma, se purifica mediante el desasimiento, y el silencio la capacita para oír la voz más bella, cual es la de Dios.
viernes, 26 de febrero de 2010
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Que modo mas hermoso de decirlo. Es una grandisima verdad, y deberiamos seguir el ejemplo de aquellos que lo han experimentado por si mismos.
ResponderEliminarDesearia saber como contactarme con la hna.ermitaña Maria de Jesus Crucificado, ya que necesito realizarle algunas consultas para hacer mis votos como ermitaña diocesana. Soy de Argentina. Muchas gracias.
ResponderEliminarPor favor, escribime.
ResponderEliminarla.anacoreta@gmai.com
bendiciones
Soy de Mexico siento el llamado a la vida eremitica quiero mas informacion contactame profavor marcoborjas86@hotmail.com
ResponderEliminarCrei imposible poder conocer una ermitana por este medio. Es tan fuerte, tan intenso el llamado al desierto... Me encantaria poder conocerte personalmente, ojala puedas escribirme csmcarla@Yahoo.com
ResponderEliminarQue Nuestro Senor te bendiga!